Gracias a Dios y a todos ustedes, El Observador está a punto de entrar a la mayoría de edad. Entiéndase: a los 18 años, cuando uno tiene ya derecho de ciudadanía. Nuestro voto seguirá siendo el mismo. La opción política, social, vital, fue, es y seguirá siendo Jesucristo vivo.
Al umbral de la mayoría de edad, estamos coordinando esfuerzos con diócesis hermanas para que circule –ya– como periódico nacional. Continuar leyendo
Hacer periodismo católico es un gozo inusitado. No comprendo a los que se quejan de esta nobilísima tarea. Será porque han entendió mal. Jesús nos pidió predicar desde los tejados. O desde los teclados. Es lo mismo. En tiempos del Señor la predicación se hacía a voz viva. Hoy es digital. La asignación de funciones y de responsabilidades no ha variado: somos discípulos y misioneros en un mundo con hambre de Absoluto. Al que le han dicho que esa hambre es “reaccionaria”.
Los periodistas latinoamericanos siguen bajo presión y fuego graneado. Al narcotráfico y sus sicarios, le viene aparejada la poca estima de que gozan entre algunos gobernantes del centro y del sur del Continente. Hugo Chávez, como en tantas otras cosas, ha mantenido el liderazgo y mostrado el camino. Desde 2002, cuando el intento de golpe de Estado en su contra, tiene entre ceja y ceja a los medios no oficialistas. 





