El próximo 19 de octubre será beatificado Pablo VI. Un Papa sufridísimo, uno que supo presidir y culminar el Concilio Vaticano II y que llevó a la Iglesia hacia una apertura a los tiempos modernos, desde la fidelidad más profunda del tesoro de la fe.
Fue Papa de 1963 a 1978, aquella época de tremendas crisis políticas, económicas, culturales y sociales. La psicodelia, la droga, el sexo al aire libre, la anticoncepción galopante, la guerra de Vietnam, el 68, la crisis del petróleo, las guerras árabes-israelíes, la amenaza atómica, el ascenso del comunismo, el asesinato de Aldo Moro… Continuar leyendo
Para Vanessa y Francisco, que Dios los acompañe y los bendiga
El manuscrito de la intervención del cardenal Bergoglio en las congregaciones previas al Cónclave (
Durante mi doctorado en Madrid, tuve un profesor comunista que se burlaba de la Iglesia a troche y moche. Pero cuando llegaba a hablar de Juan XXIII, invariablemente decía que ese Papa si era creyente, porque si no lo fuera, no habría nunca convocado al Concilio Vaticano II. El Papa Juan creía en la Providencia. Y se atrevió a lanzar la iniciativa del concilio no porque fuera un revolucionario, sino porque era profundamente conservador. Sabía muy bien que los verdaderos progresistas son los grandes conservadores: los que ven adelante desde la raíz.