Esta ocasión es la segunda en que El Observador circula el boletín de Ayuda a la Iglesia que Sufre. En la primera vez se tocó a Iraq. Hoy es el turno a los católicos perseguidos en China.
Hace 60 años, cuando Mao Zedong tomó el poder en China, la Iglesia católica quedó proscrita. Y se acordó sustituirla por una iglesia oficial, auspiciada por el régimen, bajo el nombre de “Asociación Patriótica Católica China”. Continuar leyendo