El Papa Francisco ha vuelto a dar un campanazo que cimbra a todos los católicos que tienen ganas de vivir al extremo su fe: la publicación de la exhortación apostólica Gaudete et Exsultate, sobre el llamado a la santidad en el mundo actual.
Conforme leemos sus 42 páginas –es una larga carta— vamos descartando destinatarios. Hasta que caemos en la cuenta que el Papa me habla a mí. Es una guía espiritual tremendamente simple. ¡Y tan simple que incomoda! Sobre todo porque andamos poniendo pretextos a la santidad. Vemos a los “santitos” en su pedestal. Y decimos, “hoy, las cosas han cambiado; ya no se puede ser santo, rodeado de tantos rufianes”. Continuar leyendo