Que en el mundo de hoy existan trabajadores esclavos, pareciera ser una historia fantástica, derivada de un pesimista que vive en el pasado, cuando la conquista y colonización de América. O de África. La nueva teología, la del dios-mercado, nos hace creer que detrás de las marcas consagradas hay honestidad, trabajo duro y bien remunerado, talleres de primera calidad.
Pero no es así: hoy existen, al menos, 45,8 millones de esclavos modernos; dos tercios de estos hombres, mujeres y niños están en el área Asia-Pacífica. El continente asiático ostenta el mayor número de esclavos: 26,6 millones, que equivalen al 58 por ciento del total. Y si uno se toma la molestia de ver de dónde vienen muchos productos, sobre todo la ropa y el calzado deportivo, se dará cuenta que, primordialmente, proceden de esa región del mundo. Continuar leyendo