Estar a favor de la vida es un imperativo humano. Pero busca despertar la conciencia sobre la civilización del amor, promoviendo el respeto y la cultura de la vida, rezando frente a clínicas abortivas, ayunando por los niños no nacidos, concienciando a las mamás de que no es un “producto” lo que llevan en su seno, es un acto netamente cristiano.
Coincidiendo con el inicio del camino cuaresmal, este 18 de febrero, Miércoles de Ceniza, en Continuar leyendo