Muchos hablan del fin del tráfico de armas. Otros, del respeto a la libertad religiosa. Pero muy pocos han dicho que el principio del fin de la violencia que aqueja hoy mismo a la humanidad pasa por el buen uso del lenguaje. Y más: por el uso pacífico de la palabra en las redes sociales (ámbito de hostilidad sin restricciones).
“El Manifiesto de la comunicación no hostil” es una iniciativa surgida en el contexto de un simposio celebrado en Trieste (Italia) los días 17 y 18 de febrero de 2017 y auspiciado por el colectivo Parole/Stili. Con la idea de que el poder de las palabras es importante, y que en las redes sociales predomina el mal uso de éstas, incluso el insulto y la denigración, el colectivo creó un manifiesto que propague, viralmente, “un estilo positivo” de estar en la red, mediante el uso cuidadoso del lenguaje, de las propias palabras. Continuar leyendo
Más que un decálogo abstracto (eso se lo dejamos a los políticos), lo que nuestro país reclama de todos los católicos –y de personas de buena voluntad– son acciones concretas; acciones que transformen nuestro metro cuadrado de influencia y que, al sumarse, hagan el cambio. Esta lista es, desde luego, mejorable. Pero es la que se me ocurre: