La revolución digital lo ha cambiado todo. Incluso la manera de conquistar —en la adolescencia— a la primera mujer, de enamorarse del primer hombre. El Tqm (te quiero mucho) lo simboliza a tope.
Gracias a los mensajes de texto, a las redes sociales y a la gama de productos de comunicación que tienen hoy los adolescentes a su alcance, las maneras de hacer contacto, cortejar, conquistar y relacionarse “románticamente” con el otro o la otra, han aumentado de manera exponencial, pero quizá nada más en eso. Quizás en profundidad humana todo se quede en la comunicación virtual. Continuar leyendo