Las ciudades crecen mientras el campo se queda solo. Los suburbios se han convertido en verdaderas junglas. Sálvese quien pueda. Y los partidos políticos –hoy más partidos que nunca—a lucrar: “dame tu voto y vas a tener mejores promesas”.
De otro lado, el planeta se vuelve pequeño. Las redes sociales, el celular, la pantalla inteligente, Internet, nos lo ponen, figurativamente, “en la palma de la mano”. Ahí está todo lo que podemos saber, los que debemos querer, lo que nos hace “ciudadanos del mundo”. Solo basta una tecla y ¡zas!, encontramos cómo fabricar una bomba casera… Continuar leyendo