Lo que sucedió en Asís hace un par de semanas fue grandioso. Líderes de todas las religiones convocados por la Iglesia católica unidos, orando por la paz. Un espectáculo de cercanía humana. Los políticos deberían aprender.
Dos “modelos” de violencia describió el Papa Benedicto XVI: el terrorismo y la ausencia de Dios. El primero es hijo del odio. El segundo, de la indiferencia. Continuar leyendo