Llorar el pecado, pedir perdón

En los últimos días, todos los medios se han hecho cadena para difundir una denuncia por presunto encubrimiento hecha al cardenal Rivera Carrera.  Sin erigirme como juez ni entrar en la polémica, sí quiero mostrar que, tras los reiterados esfuerzos del Papa Francisco, siguiendo la línea de sus antecesores san Juan Pablo II y Benedicto XVI, para combatir en todos los niveles de la Iglesia el abuso sexual de menores, la Iglesia católica de México tiene un compromiso firme en contra de esta acción criminal.

El pasado 4 de abril se celebró la Primera Jornada de Oración por las Víctimas de Abuso Sexual.  Guiados por la frase del Papa Francisco «La Iglesia llora con amargura este pecado y pide perdón», los organizadores propusieron que «en este tiempo de conversión, como Iglesia, pidamos perdón por todos los abusos cometidos contra los menores». Continuar leyendo

¿Grabar o actuar?

Antaño, el activista social tomaba una pala y un pico y se ponía a excavar un drenaje para aliviar un poco la injusticia social reinante en su entorno. Hogaño, el activista social toma su teléfono celular, y con él en ristre, “denuncia” la injusticia.

Un articulo de Keshia Naurana Badalge en la revista Quartz enfrenta este nuevo fenómeno de los activistas de redes sociales que se conforman con no actuar, se quedan estáticos ante la injusticia y reclaman, más tarde, en las redes todo tipo de acciones que, en su momento, no ejecutaron en defensa de alguien. Continuar leyendo

Bajos rendimientos

Debemos muchas decepciones a lo que David Rieff (y mi mujer, con otras palabras) llama filantro-capitalismo.  En su libro El oprobio del hambre, Rieff muestra que “jugar a ser dioses”, “pararse el cuellito”, pretender ser “buena onda con los pobres” no disminuye el hambre en el mundo (ni en México, ni en mi barrio).  Lo que aumenta es la brutal desigualdad, fruto de todas las amenazas que se ciernen sobre el presente y el futuro del hombre.

Otra de las tesis de Rieff es que tecnología y filantropía –esa cosa tan azucarada y tan abstracta—no van de la mano en nuestro planeta.  La tecnología y la especulación sí que marchan juntas.  Por eso Gandhi dijo: “En la tierra hay suficiente para satisfacer las necesidades de todos, pero no para satisfacer su codicia”. Continuar leyendo

Los robots, ¿son personas?

Poco menos que sorprendente, cuando menos para el sentido común de la generación mía (de los sesenta del siglo pasado para acá) ha sido la resolución del Parlamento Europeo de solicitar a la Comisión Europea el considerar la posibilidad de otorgar un reconocimiento de robots “como personas legales”.

Un servidor, como muchos de los lectores de Siempre! creció con la imagen del robot de Perdidos en el Espacio, o de Arturito y C3PO de La Guerra de las Galaxias. Continuar leyendo

Ciberataque global

El ciberataque del virus conocido como “ransomware” del pasado fin de semana, ha puesto a temblar a medio mundo. España, Portugal, Reino Unido y Rusia, entre los afectados. También México.

Las consecuencias —aparentemente— fueron pocas. Pero se ha abierto una rendija por donde los ciberterroristas pueden (lo van a hacer) desestabilizar sistemas de seguridad con consecuencias incalculables. Continuar leyendo

¿Y por qué no pensamos en la renta básica?

Desde hace tiempo los economistas como el estadounidense Ryan Avent (1979), autor de La riqueza de los humanos, están proponiendo el concepto de renta básica universal.  Esto quiere decir, más o menos, que la riqueza producida por una comunidad debe ser repartida entre todos sus miembros.

Cada ser humano, por el hecho de haber nacido, tendría derecho a un sueldo básico.  ¿Sin trabajar?  De eso se trata el concepto novedoso de la renta básica.  Desde luego, el que trabaja, puede tener más bienes.  Pero su límite es la necesidad de los demás.  “Todo el mundo merece una porción de los beneficios”, piensa Avent.  Sobre todo en la sociedad tecnológica, en la que millones de personas ya no tendrán fuentes de trabajo: serán ocupadas por máquinas. Continuar leyendo

Comunicación y participación: el futuro

El último informe de la Relatoría Especial de Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) tocó una serie de temas esenciales para el futuro de la participación de voces numerosas en la conformación de la opinión pública de nuestro continente desde el espectro radioeléctrico.

El Informe pone como prioridad para gobierno y sociedad, considerar la concentración del mercado como criterio para la asignación de espectro, la participación de todos los sectores en el diseño de la política pública de radiodifusión, así como el respeto a la libertad de expresión en el proceso de transición a la televisión digital. Continuar leyendo

Trump y la prensa

A 100 días de haber iniciado su tumultuoso mandato, el presidente Donald Trump puede ser identificado no tanto por sus amigos —que son muy pocos— o por sus aciertos, sino por sus enemigos: dos de ellos, muy claros: México y la prensa.

Sobre México se ha escrito mucho y este no es un espacio para hacerlo. Pero sobre la tirante (e inédita) relación de Trump con todos los medios importantes de Estados Unidos, excepto la cadena Fox News, apenas si se empieza a descorrer el velo. Continuar leyendo

Siria: tú y yo

Hace tiempo llevamos a cabo una campaña de oración por México, con motivos de las “desapariciones” forzadas de miles de mexicanos, el asesinato de sacerdotes y periodistas; el brutal clima de violencia en contra de las mujeres, el crudo tratamiento que reciben los migrantes…  “Un corazón de dolor” concitó la oración de miles de nuestros lectores y, seguro, cambió algo en alguna parte del país.

La oración es la herramienta más poderosa que tenemos los cristianos.  Deja un canal abierto a la Gracia. La usamos poco.  Continuar leyendo

Si te dicen que leí…

Es muy complicado pensar en una nueva cultura democrática para México sin el acompañamiento de la lectura. Lejos del romanticismo retórico, leer nos hace ser nosotros mismos, ser de otro modo: ser más. Y cada que salen los levantamientos del Módulo de Lectura (MOLEC) sobre el comportamiento lector de los mexicanos mayores de 18 años —obviamente alfabetizadas— en ciudades con más de 100,000 habitantes, a uno se le cae el alma. O, más bien, uno se explica el por qué de los terriblemente malos gobiernos que padecemos. Continuar leyendo