El fenómeno de la explosión de Internet, redes sociales y demás posibilidades nuevas de comunicarse a través de la red digital, ha generado un nuevo continente, un nuevo lenguaje y rediseñado no solamente el presente de los negocios, sino el presente de todas las formas humanas de interacción.
Hace poco, al leer el libro de Brandon Vogt, Church and New Media (Our Sunday Visitor, 2011), en el que analiza cómo una institución tan antigua como la Iglesia católica está tomando previsiones para participar en la nueva cultura digital, caí en la cuenta de que ya no existe nada que se retraiga al influjo de Internet. El propio Benedicto XVI, en 2010, lanzó el pistoletazo de salida dedicando su mensaje de la Jornada Mundial de las Comunicaciones, justamente, a la presencia de la Iglesia en la red. De ese libro he extraído los siguientes indicadores, que dan fiel muestra de la complejidad de este nuevo mundo:
•El porcentaje de horas fuera del trabajo que usa Internet un ciudadano medio de Occidente es de 66 horas. Las llamadas redes sociales han desplazado a la pornografía del tiempo principal que dedica la gente que navega (lo cual no quiere decir que la pornografía esté alejada de las redes sociales: ahí tienen el caso del sexting, por ejemplo).
•Facebook, el más importante de los sitios web tiene 500 millones de usuarios, de los cuales 250 millones se cuelgan en él cada día. Si Facebook fuera un país, sería el tercer país más grande del mundo tras de China y la India. Los usuarios de Facebook gastan 700 mil millones de minutos cada mes en el sitio, compartiendo 30 mil millones de unidades de información.
•Los visitantes de YouTube ven alrededor de 2 mil millones de videos todos los días. Cada minuto, 24 horas de video se cargan en el sitio.
•Cantantes como Lady Gaga, Justin Bieber o Britney Spears tienen, cada uno, 6 y medio millones de seguidores en Twitter. Cualquier mensaje que ellos “tuiteen” será recibido instantáneamente por millones de seres humanos.
•Las expectativas de Internet prevén 200 millones de blogs. 75 por ciento de los usuarios de Internet leen blogs, regularmente.
•En Estados Unidos, cerca de 180 millones de personas han escuchado un podcast, de los cuales dos terceras partes lo han escuchado en su coche.
•El 72 por ciento de los americanos, incluyendo a 87 por ciento de los adolescentes, se comunican a través de mensajes de texto.
Estas cifras, que son siempre transitorias y preliminares, nos hacen pensar que las organizaciones de la sociedad del siglo XXI tienen un nuevo hábitat. Pero la pregunta más recurrente que debemos hacernos es si esas organizaciones, periódicos, revistas, gobiernos, empresas, escuelas, universidades, personas en lo particular se están preparando para habitarlo o, como siempre, si serán unos cuantos los que puedan sacarle jugo a esta nueva, e insospechada explosión de poderío comunicativo. La pregunta flota en el viento.
Publicado en Revista Siempre!