¿Qué sueña hoy la Iglesia en Cuba?

cubaobisposLa Iglesia en Cuba, tantos años silenciada por el régimen castrista, ha adquirido nuevos bríos, sobre todo con la anunciada visita el próximo mes de septiembre del Papa Francisco a la isla caribeña, antes de su pasaje en los Estados Unidos.

Por lo pronto, la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba (COCC) ha dado a conocer un ambicioso y, hasta cierto punto alegre y esperanzador, Plan Pastoral (PP) para el período 2014-2020. El título lo dice todo de una Iglesia peregrina que quiere encontrarse con Cristo: “Por el camino de Emaús”.

Secuela Christi

Los obispos pusieron como objetivo del proyecto que imagina la Iglesia cubana en el 2020, ofrecer un PP “realizable”. Se trata de una motivación real para que, desde el Evangelio, los católicos cubanos se pongan “en actitud de peregrinos del encuentro”, pues “la inquietud como ardor pastoral es la motivación primera que queremos como Iglesia católica que peregrina en Cuba y que camina junto al pueblo”.

El PP es “un camino” para la esperanza, pero también quiere provocar una nueva inquietud para despertar “la fe de todos en Cristo, el Señor”. El Plan actualiza la invitación que Aparecida hace a los discípulos-misioneros, en comunión con la propuesta programática del Papa Francisco en la exhortación apostólica La alegría del Evangelio, dicen los obispos cubanos en su documento.

Itinerario de conversión pastoral

En acuerdo -también- con el documento final de Aparecida, los prelados de Cuba proponen en su PP un itinerario para la conversión pastoral que se resume en cuatro puntos, desde “la dinámica de los evangelizadores-evangelizados“:

1. Que todos los que conforman la comunidad de los bautizados atiendan el llamado, es decir, que sepan vivir cada día la conversión a Jesucristo y a su Palabra.

2. Que cada uno, como discípulo-misionero inserto en la realidad del pueblo de Cuba, sienta y anuncie la alegría del Evangelio como Buena Noticia de salvación.

3. Que la Iglesia particular que peregrina en Cuba sepa hacer brotar la novedad de la vida en Dios, para que el testimonio transformador de amor y esperanza de las comunidades y familias, exprese la comunión y participación misionera de la Iglesia.

4. Que, mediante la unión y no mediante la división, la Iglesia católica cubana lleve a todos los hombres y mujeres de este país, la ternura y misericordia de Dios Padre.

Pasos y no saltos

El PP de la Conferencia que aglutina a los obispos cubanos quiere lograr, en las circunstancias actuales y esperando el revulsivo de la visita del Papa Francisco, una Iglesia católica depositaria de “una comunión dinámica, abierta y misionera“.

El proceso debe ser gradual, “con pasos y no saltos”, con serenidad y alegría. El amplio documento de la COCC, en el primer capítulo se dedica al análisis de la realidad (social, política, económica, demográfica, internacional, religiosa…) de Cuba en los tiempos en que el régimen se va “abriendo al mundo”, como lo pidió en 1998 San Juan Pablo II.

Más adelante, en la segunda sección, que es de carácter bíblico-teológico, los prelados cubanos toman como modelo el encuentro de los viajeros de Emaús con el Señor resucitado, para mostrar cómo se puede descubrir al Señor en la Palabra y en la Eucaristía; mientras que el tercer capítulo presenta un conjunto de directrices operativas para lograrlo.

Ahí se da cuenta de los procesos y propuestas “para que nuestras comunidades sean verdaderos hogares de la fe“, entre las que destacan la formación inicial, la formación en el seminario, y la formación permanente de los sacerdotes, como agentes de comunión, de participación y corresponsabilidad.

También la creación y consolidación de los consejos pastorales en las parroquias y comunidades; el compromiso y el acompañamiento a los laicos, prioritariamente “a los que puedan ejercer los diversos ministerios laicales al servicio de la vida de la comunidad y de su labor misionera”.

Y, en fin, “clarificar la dinámica de una parroquia como comunidad de comunidades, comunidad de pequeñas comunidades y casas de misión, comunidad de grupos y movimientos, y vivirla como una opción de Iglesia”.

Acoger al Amor

Los obispos cubanos son muy claros al señalar que este PP “no es la solución de todos los problemas, ni la última palabra, pero sí quiere que intentemos solucionar nuestros problemas y acercarnos a la Palabra, que es Jesucristo”.

Según la COCC “el gran problema del hombre y la mujer de ayer, de hoy y de siempre será no acoger el amor de Aquel que nos amó primero, y dejarse convertir por ese amor. Convertirnos a Jesús es nuestra salvación, y la salvación de Cuba”.

Finalmente, recuerdan que la conversión pastoral de los cristianos bautizados de Cuba es un “sueño hermoso” que sueñan Jesucristo y su Madre en la advocación de la patrona de Cuba, la Virgen de la Caridad.

“Para velar el sueño de sus hijos llegó hace 400 años, y para animarlos a hacer lo que Jesús les diga sigue presente desde su Santuario de El Cobre, desde los templos donde ella es la patrona, desde los miles de rosarios, estampas y cuadros que tienen y llevan los cubanos con su imagen”.

A la Virgen de la Caridad del Cobre encomendaron los obispos “este sueño de su Iglesia cubana; la Iglesia que se pone a sus pies y que pone en su corazón todo lo bueno, lo noble y lo justo del corazón de sus hijos y de este pueblo”.

Publicado en Aleteia