De todos los días

JuanManuelMarquezUna vez escuché esto: “Sí, es bueno aspirar a la santidad, pero no tanto”.  Es lo que se usa.  La santidad como ideal.  Como tortura y cilicio.  Edad Media dibujada por las mentiras de Dan Brown y sus “códigos Da Vinci”.

El esquema que nos ha reavivado Francisco, con santos olvidados, nuevos, asombrosos, es el esquema de la Iglesia.  La santidad es para todos.   No con “cara de funeral”.  Con la alegría del que se sabe, a la vez, hijo y niño (la doble acepción de “Kind” en alemán).  Continuar leyendo