Abracadabra

asesinatos-mexicoLlama poderosamente la atención que los medios periodísticos del centro de México, los considerados “nacionales”, principalmente por asentarse en la capital y en los estados circunvecinos —sobre todo el Estado de México— redujeran a la mitad el espacio que le dedicaban a cubrir hechos de violencia durante los meses de diciembre de 2011 a febrero de 2012 (quinto año de Felipe Calderón Hinojosa), con respecto al mismo periodo de 2012-2013 (primeros tres meses de Enrique Peña Nieto en la presidencia).

El estudio proviene del séptimo informe del Observatorio del Acuerdo de Medios mismo que destaca que las palabras “asesinato”, “crimen organizado” y “narcotráfico”, disminuyeron, sensiblemente, la frecuencia de publicación en los medios, de tal suerte que la palabra: “asesinatos” bajó su presencia en las publicaciones de prensa periódica en el Distrito Federal en 50 por ciento; “crimen organizado” y “narcotráfico”, por su parte, redujeron su frecuencia en 50.2 por ciento y 54.6 por ciento, respectivamente.

La misma situación —peor aún— advierte el Observatorio de Acuerdo de Medios en lo que respecta a los noticiarios de televisión abierta, los de Televisa y TV Azteca, principalmente, en los cuales la frecuencia de nombramiento de palabras como “crimen organizado” y “narcotráfico” bajó mucho más: “crimen organizado” 70.2 por ciento. “Narcotráfico” se mantuvo en la media, bajando 44.2 por ciento. En televisión de paga, las mismas palabras dejaron de ser pronunciadas 65 por ciento y 41 por ciento, durante el mismo periodo. ¿Cuál es el motivo de tanta prudencia?

La respuesta está en la primera de las “recomendaciones” que ha hecho el Observatorio: “Mantener la publicación de información relacionada con la violencia asociada con delitos de delincuencia organizada, acorde con su impacto social, en un contexto que permita a las audiencias la comprensión del fenómeno y la atención por parte del Estado. La no publicación de notas sobre el tema abona a la impunidad pero no desaparece la violencia”.

Dicho de otra forma: el viejo truco de hacer desaparecer la realidad bajo el recurso de no nombrarla (el famoso recurso de la cabeza del avestruz) no hace desaparecer la realidad. Eso se llama ilusión o engaño, el “divino narcótico que llena de fantasmas los sentidos”, de acuerdo a don José Gorostiza. Y desde la lectura política que cualquiera puede hacer, se trata de limpiarle el camino a la nueva administración federal para que genere la percepción de que “ya se puede transitar por las carreteras de México”.

Publicado en Revista Siempre!