Hace muchos años, cuando cursaba el doctorado en Teoría y Metodología de la Comunicación, en la Complutense de Madrid, un profesor mío ya fallecido, Jesús Ibáñez, nos habló de la Ley de Gresham. Fruto de un economista inglés dice que en un mismo territorio circulan dos tipos de monedas. La moneda mala, que se utiliza como medio de cambio y la moneda buena que se usa como ahorro y forma de tesoro. Continuar leyendo