Al paso del tiempo, las homilías pronunciadas espontáneamente, sin haberlas escrito antes, en la pura reflexión del Evangelio del día, del Papa Francisco en la capilla de Santa Marta, van a hacer historia.
Una de ellas toca profundamente a México, donde parecería que la corrupción ha firmado carta de nacionalidad. Dijo la semana pasada el Papa que hay padres que alimentan a sus hijos con “pan sucio”, con pan negro de la deshonestidad. Continuar leyendo