Un gesto

El presidente municipal de Colón, Alejandro Cabrera, ha puesto un ejemplo que, sin temor a equivocarme, merece el aplauso. Sucede que Cabrera encontró un “precipicio financiero” (le llaman “boquete”) de 30 millones de pesos —y contando—, fruto del buen ejercicio que la anterior administración del municipio queretano había llevado a cabo. Lejos de lamentarse ante los medios o ir con el gobierno estatal a ver qué le daban, él y los regidores decidieron unilateralmente reducir su salario en un 20%; 50% en participaciones y 10% adicional a los funcionarios de “primer nivel”. Continuar leyendo