México es un país de ciudadanos agraviados pero en el que, paradójicamente, solo uno de cada diez delitos es denunciado por la víctima. Las justificaciones son muchas. Y la llamada “cifra negra”, es decir, la cifra real de la incidencia delictiva del país, crece y se arraiga en la vida cotidiana de la gente, por el inmenso número de casos no denunciados o sin averiguación.
Muchos de nosotros, cuando leemos las cifras que manejan las autoridades, nos quedamos perplejos, no las creemos. “Son mucho más los crímenes, las desapariciones, los robos…”, solemos pensar. O Continuar leyendo