Las protestas callejeras, el cierre de carreteras y los disturbios en plazas y ciudades principales, parecen ser el nuevo lenguaje de protesta que se ha enseñoreado en América Latina. Junto con ello, un trabajo activo en redes sociales, multiplicando por un lado los encuentros y propalando, por el otro, las consignas y las alertas para movilizar voluntades. Continuar leyendo