Tras las elecciones intermedias, se ha destapado la carrera para suceder en el poder a Enrique Peña Nieto. Se ve lejano el 2018, pero está a la vuelta de la esquina. Y más aún tras la victoria de un candidato independiente en Nuevo León.
El efecto “Bronco” trae a mal traer a los estrategas políticos de los grandes partidos nacionales. Todavía no se han adaptado a los nuevos tiempos de la propaganda política. Siguen pensando que son los medios tradicionales los que influyen en el votante. Le siguen apostando a carretadas a la televisión. Continuar leyendo