Las estatuas de San Junípero Serra y de Cristóbal Colón han sido el blanco perfecto de los vándalos y de las autoridades “políticamente correctas” en Estados Unidos. A San Junípero, con una ignorancia supina, le llaman poco menos que abusador de los pueblos originarios de la Alta California; a Colón lo acaban de tildar de “genocida”. Continuar leyendo