Este domingo, último domingo del año civil, la Iglesia nos pide que, en nombre de la Sagrada Familia, recuperemos el sentido de fortaleza de la sociedad mexicana que reside, justamente, en la familia. Hay muchos gobernantes, legisladores, candidatos y suspirantes del poder que se promocionan como adalides de la defensa de la familia. Pero actúan en sentido contrario. La destruyen aprobando leyes y reglamentos que, por ir en contra del cimiento de la familia, es decir, por ir en contra del matrimonio entre hombre y mujer, van en contra de la cohesión social.