El reality show que ha montado Donald J. Trump para llegar a la Casa Blanca ha sido denostar a México y lo mexicano. La estrategia que lo ha llevado, incluso, a enfrentarse con medio mundo, incluido el Papa Francisco. La pregunta es: ¿de dónde se cuelga Trump para alimentar esta estrategia? ¿Qué hay detrás?
Independiente de las locuras del magnate republicano, algo hay de fondo mucho más pragmático: la constatación de la mala reputación que tiene México entre los ciudadanos de Estados Unidos y que se consolida con la reciente investigación llevada a cabo por el Instituto de Reputación (IR). Continuar leyendo