Decía hace poco, en su sermón, un padre franciscano de La Cruz que el diablo es “aquél que divide”. Crear división entre los hombres y entre uno mismo y el corazón, es parte de su objetivo primordial: es como “gana almas” para el infierno. La mayor astucia del diablo es hacernos creer que no existe, según algunos pensadores. Yo creo que su mayor astucia es hacernos creer que es intrascendente, que se puede jugar con él, que nada o muy poco tiene de maligno. Continuar leyendo
Demonio
Los enemigos
Los principales enemigos del cristianismo —dice Peter Kreeft en uno de los libros más interesantes que he leído estos últimos años, How to win the culture war (Como ganar la guerra de la cultura)— no son ni los liberales ateos, ni los que persiguen a los creyentes; bueno, ni siquiera los propios cristianos light. Los principales enemigos del cristianismo son el demonio y el pecado.