Hace exactamente 800 años, Francisco de Asís, en una empresa que parecía imposible y bajo su propio riesgo, fue a llevar a Egipto, durante las Cruzadas, el Evangelio al sultán de los musulmanes. A principios del próximo mes de febrero, en otra visita que a sus críticos les parecerá inútil, el Papa Francisco va a los Emiratos Árabes Unidos. Continuar leyendo