Al principio de su extraordinaria novela La esfera y la cruz, el escritor inglés Gilbert K. Chesterton pone al profesor Lucifer y al monje Miguel en una nave que sobrevuela Londres. Lucifer —el inventor de la nave— va despotricando contra la religión cuando está a punto de chocar contra la cúpula de la catedral de San Pablo, una esfera en cuya cima se ha implantado una cruz. Continuar leyendo