A lo largo de 80 años la historia oficial ha incluido la Guerra Cristera (1926-1929) como un episodio sin demasiada importancia, como una especie de rescoldo de la Revolución (!910-1917) motivado por la insatisfacción del clero ante la pérdida de sus privilegios. Nada más alejado de la verdad. En esta conflagración murieron más de 200 mil personas, la mayor parte de ellas pueblo fiel que se había levantado en armas porque un gobierno despótico le había quitado uno de sus derechos humanos fundamentales: la libertad religiosa. Continuar leyendo