Una nueva locura recorre el país. Una locura que puede ser evitada si hubiese menos exposición a los medios, menos “pactos” en Internet, más atención de padres y maestros y más oportunidades de trabajo en México. La locura del suicidio de niños, adolescentes y jovencitos. Hombres y mujeres; ricos y pobres.
La verdad es que el panorama era desolador en lo que se refería a la atonía infantil y juvenil que se vive en muchas casas y escuelas a lo largo de la nación. Continuar leyendo