Gratísimo es comenzar esta sección literaria de la mano del padre potosino –gloria de las letras mexicanas—don Joaquín Antonio Peñalosa. Gran benefactor de los niños, monseñor Peñalosa –“Monse”, como le decía nuestro recordado sacerdote, también de San Luis Potosí, don Darío Pedroza Jr.—reunía a pequeños de entre 11 y 14 años, les leía un pasaje de los Evangelios, se los explicaba, lo meditaban juntos y luego, en lenguaje del siglo XX (murió en el último año del siglo), ellos lo contaban con sus palabras. Continuar leyendo