El escándalo levantado por las gracejadas en contra de los mexicanos de los miembros que participan en la serie inglesa Top Gear, ha ido mucho más lejos de lo que uno podría suponer.
Los conductores de este programa realmente prescindible, se burlaron de los constructores de autos mexicanos. Luego, bajo la indicación de uno de ellos de que los autos reflejan la personalidad del país, se fueron en contra de la idiosincrasia nuestra y de la comida, a la que un descerebrado calificó de “vomitada frita”.
Tras declarar que los mexicanos somos holgazanes, aguados y desparramados, los miembros de este programa dedicaron una bonita pincelada de racismo británico de la que ahora se han tenido que arrepentir. La cosa llegó hasta la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, que declaró que la serie de la BBC de Londres vulneraba la dignidad de México y causaba daño moral a su población.
¿Será para tanto? Por la reacción de BBC Worldwide Channels Latin America & US Hispanic, parece que sí. Por lo pronto se confirmó que el estreno por BBC Entertainment de los nuevos episodios para toda Latinoamérica se hará de forma restringida: en señal de respeto y solidaridad al pueblo mexicano, no será incluido el fragmento que hace referencia al auto Mastretta, de fabricación mexicana y a todo lo demás.
Lo que pasa, en el fondo, es que estos programas se toman como referencia por miles de personas en el mundo. Y si hablan bien de un país o hablan mal, puede ser motivo de decisiones hasta para invertir o no invertir en ellos. La televisión ha tomado un papel preponderante en las relaciones internacionales. El problema es que quienes son sus principales protagonistas no solamente no se preparan para poder ejercer un liderazgo, sino que, por lo contrario, se profesionalizan en seguir la consigna del mejor postor. Y con ello, dan rienda suelta a sus filias y a sus fobias, como si todo quedara en el estudio de grabación de la serie.
Los datos de Top Gear, que es un programa de habilidades de manejo y retos que se imponen los conductores Jeremy Clarkson, Richard Hammond y James, sorprenden al más pintado. En 2010, el programa logró una audiencia de más de 47 millones de televidentes en el Reino Unido; en la actualidad es transmitido a más de 170 países y ha sido licenciado por BBC Worldwide para los mercados de Estados Unidos, Australia, Alemania, Corea del Sur y China.
O sea que lo que digan estos jovenazos, sí pega.
Publicado en Revista Siempre!