¿Qué hay detrás de un terrorista?

La respuesta a la pregunta que da título a esta colaboración es múltiple, variada, pero paradójicamente similar: el terrorismo islámico es una “respuesta” tangible para quienes no le encuentra sentido a la vida. A la vida personal y, desde luego, a la vida de los que se llevan entre las espuelas.

Tomemos el último de los casos, es de Khalid Masood, el terrorista del atentado de Westminster, en Londres. Era un buen tipo, nacido y criado en Inglaterra, colaborador con los suyos en la primaria, en la secundaria, en la prepa. Nadie le conoció tendencias violentas. Hasta que había cumplido ya los 50 años y vio que en darle muerte a los “infieles” obedeciendo órdenes (“el que obedece no se equivoca”, pareciera ser, a rajatabla, la esencia de estos actos incomprensibles) era lo suyo. Continuar leyendo