Decepcionó al mundo

pabloviEl próximo 19 de octubre será beatificado Pablo VI. Un Papa sufridísimo, uno que supo presidir y culminar el Concilio Vaticano II y que llevó a la Iglesia hacia una apertura a los tiempos modernos, desde la fidelidad más profunda del tesoro de la fe.

Fue Papa de 1963 a 1978, aquella época de tremendas crisis políticas, económicas, culturales y sociales. La psicodelia, la droga, el sexo al aire libre, la anticoncepción galopante, la guerra de Vietnam, el 68, la crisis del petróleo, las guerras árabes-israelíes, la amenaza atómica, el ascenso del comunismo, el asesinato de Aldo Moro… Continuar leyendo

Roncalli-Bergoglio

papas_1Muchos analistas han insistido en estas últimas semanas sobre la similitud que existe entre Juan XXIII, Angelo Giuseppe Roncalli, y Francisco, Jorge Mario Bergoglio.  El uno de Bérgamo, el otro de Buenos Aires, no podrían ser más alejados y, sin embargo…, tan parecidos.  Se cumplen 50 años del fallecimiento de Juan XXIII (3 de junio de 1963).  Con pocos días de Francisco, ya hay elementos para establecer líneas de comparación entre ambos.  Y de esperanza. Continuar leyendo

La novedad de la fe

papa-benedictoxviEscoger un tema de los miles que se me presentan como herencia del pontificado de Benedicto XVI es una tarea ingrata. Algunos lo llaman «el Papa de la razón». No creo que sea ésta su principal cualidad. Significaría que Juan Pablo II hubiese sido «el Papa de la emoción», o algo similar Frente a los últimos colosos, Pío XII, Juan XXIII, Paulo VI, Juan Pablo I y Juan Pablo II, ¿cómo decir qué distingue a Benedicto XVI? Continuar leyendo

Dos lados

vaticanoEl teólogo medieval, Hugo de San Víctor, hablando de la universalidad de los cristianos -que es la Iglesia-decía que ésta (la Iglesia) «comprende dos órdenes, los laicos y los clérigos, como dos lados de un mismo cuerpo».

La Lumen gentium , surgida de las entrañas del Concilio Vaticano II, subrayó que «de los laicos es propia y peculiar la índole secular». Es decir, que los laicos estamos metidos «en el siglo», en las cosas del mundo, para explicarnos mejor. Y que es en el mundo donde debemos encarnar a la Iglesia. Continuar leyendo

No condenar

Durante mi doctorado en Madrid, tuve un profesor comunista que se burlaba de la Iglesia a troche y moche. Pero cuando llegaba a hablar de Juan XXIII, invariablemente decía que ese Papa si era creyente, porque si no lo fuera, no habría nunca convocado al Concilio Vaticano II. El Papa Juan creía en la Providencia. Y se atrevió a lanzar la iniciativa del concilio no porque fuera un revolucionario, sino porque era profundamente conservador. Sabía muy bien que los verdaderos progresistas son los grandes conservadores: los que ven adelante desde la raíz. Continuar leyendo