Las redes y el sentido

Emily Esfahani Smith es editora del Instituto Hoover de la Universidad de Stanford y escribió el libro The Power of Meaning: Finding Fulfillment in a World Obsessed With Happiness (El Poder del Sentido: Encontrar la Realización en un Mundo Obsesionado con la Felicidad) en el que habla, entre otras cuestiones, del ansia que han atraído los triunfadores de las redes sociales, a los jóvenes universitarios de nuestros días.

En un reciente artículo, reproducido por The New York Times en Español, Esfahani Smith retoma las ideas centrales de su texto y subraya que en este tiempo “los estudiantes universitarios intentan, desesperadamente, cambiar al mundo y buena parte de ellos cree que tener una vida exitosa significa hacer algo extraordinario y que llame la atención, como convertirse en una celebridad en Instagram, crear una empresa exitosísima o acabar con la crisis humanitaria”.

Los casos de estas obsesiones —producto de las nuevas tecnologías y la capacidad de innovación que éstas traen consigo— hacen creer a muchos jóvenes y adultos que tener una vida extraordinaria es la norma. Así lo aprenden en Internet. Esto no solo es una ilusión, sino que puede llevar a muchos males.

La autora del artículo relata que en los últimos cinco años ha entrevistado a decenas de personas en Estados Unidos acerca de lo que le da significado a su vida y ha leído “miles de páginas de libros de psicología, filosofía y neurociencia para poder comprender qué es lo que le proporciona satisfacción a las personas”. Quizá la conclusión a la que ha llegado parezca a muchos una verdad de Pero Grullo. Pero es importante. Y es ésta: “que las vidas con más significado no siempre son las más extraordinarias; lo son las vidas normales que se viven con dignidad”.

Es verdad que muchos jóvenes adultos no serán famosos ni alcanzarán las metas que se proponen. Pero eso no debe ser causa ni de extrañamiento ni de ruptura con el mundo. No ser el próximo Mark Zuckerberg (fundador de Facebook), “no significa que su vida carecerá de propósito y valor. Todos tenemos un círculo de personas en cuyas vidas podemos influir y ayudar a mejorar, y es ahí donde podemos encontrar nuestro propósito”, remata en su artículo Esfahani Smith.

Es verdad… Y está bien.

Publicado en la revista Siempre!