El nombre de Dios

Roberto BenigniHemos perdido esa valiosísima costumbre.  Mi suegro, la usaba cada vez que iba a emprender una acción: “En el nombre sea de Dios”.  Luego agregaba: “Y de María santísima”.  Volteaba su mirada pícara y te decía: “Con esa compañía, ¿qué cosa mala te puede pasar?”  Ninguna, por supuesto.  Pero ya no lo decimos.  ¿Será porque ignoramos el verdadero nombre de Dios?

El Papa Francisco, en su libro-entrevista con el periodista italiano Andrea Tornielli (Planeta+Testimonio, 2016), nos lo recuerda: El nombre de Dios es Misericordia”.  ¿Qué significa Misericordia?: “Etimológicamente,, dice el Papa, misericordia significa abrir el corazón al miserable. Y enseguida vamos al Señor: misericordia es la actitud divina que abraza, es la entrega de Dios que acoge, que se presta a perdonar. Jesús ha dicho que no vino para los justos, sino para los pecadores. No vino para los sanos, que no necesitan médico, sino para los enfermos. Por eso se puede decir que la misericordia es el carné de identidad de nuestro Dios.”

Alguien preguntaba: ¿por qué el Papa no condena…?  Porque Dios no condena.  Si condenara, todos estaríamos en la olla.  Confesar nuestros pecados es confesar nuestra miseria.  Experimentar la Misericordia de Dios a través del sacerdote, nos abre a la gracia.  No por el sacerdote.  Por la acción sobrenatural que trabaja sobre él, sobre su ministerio.  Que nos pesen nuestros pecados o, al menos, que nos pese que no nos pesen.  Eso es ser cristiano.  Lo demás, puros cuentos.


Al acoger al marginado que tiene el cuerpo herido, y al acoger al pecador con el alma herida, se juega nuestra credibilidad como cristianos. Recordemos siempre las palabras de san Juan de la Cruz: «En la noche de la vida, seremos juzgados en función del amor», frase final y resumen del nuevo libro del Papa Francisco, publicado esta semana en simultáneo en 86 países.  Fue presentado en la Sala de Prensa del Vaticano por el actor de La vida es bella: Roberto Benigni.  En su presentación, Benigni dijo: Francisco está llevando consigo a toda la Iglesia hacia el cristianismo.

Publicado en El Observador de la Actualidad