Esta semana fue encontrado, cerca de Hidalgo (Texas) el cuerpo en descomposición de un pequeño guatemalteco de 11 años de edad. Iba con rumbo a Chicago pero apenas si pudo cruzar la frontera. Quedó como a 4 mil kilómetros de su destino.
El problema de los niños viajando solos a Estados Unidos no es nuevo ni el drama que sufren hoy lo habrían dejado de sufrir antes. Ciertamente, las condiciones de violencia, corrupción y falta de educación se agudizan en Centroamérica. Continuar leyendo